A lo largo del año se celebran numerosas fiestas, una de las más antiguas es la de Manoppi, que tiene lugar el segundo domingo de julio. A partir del sábado, la fiesta honra a Nuestra Señora del Sufragio.

Al nombre religioso de la fiesta se añade el nombre profano de Manoppi. La razón es, casi con toda seguridad, que las ofrendas de los habitantes de la ciudad para la fiesta no eran en dinero, sino en especie, es decir, en grano, precisamente porque la fiesta caía al final de la temporada de trilla. Incluso hoy en día, el evento principal es la procesión de la estatua de la Virgen, que tiene lugar el domingo a mediodía. En la antigüedad y hasta la actualidad, además de la procesión, se celebraba la “carrate”, un desfile de carros agrícolas adornados con gavillas de grano y tirados por bueyes también decorados con cintas y campanas.

Había cinco o seis carros en total y los fabricaban los mayores terratenientes de Colonnella, como las familias Volpi, Barnabei, Catenacci, Crescenzi y Flaiani. Sin embargo, la aplicación práctica era responsabilidad de los agricultores que dependían de las distintas familias.

Para construir los “carros”, había que elegir adecuadamente las espigas y colocarlas en los carros. La construcción de un carro puede durar hasta ocho días. Muy a menudo, la estatua de la Virgen se reproducía en el carro con las espigas. El día de la fiesta, los carros tirados por bueyes entraban en el pueblo y llegaban a la plaza para esperar la procesión.

Al final del desfile, se entregaron premios a los carros más bonitos y a los más considerados, es decir, a los que contenían más grano.