En Arbus, en el mes de junio, se celebra desde hace más de 400 años la fiesta de San Antonio de Padua, una de las procesiones religiosas más importantes de Cerdeña. La peregrinación parte de la iglesia de San Sebastiano di Arbus y finaliza tras unos 38 km en la aldea de Sant’Antonio di Santadi. Parece que Santadi se fundó en la época imperial en torno a la granja de un rico terrateniente de la cercana Neápolis. Inicialmente estaba habitada por esclavos que se dedicaban únicamente a la agricultura; durante las invasiones bárbaras, la aldea fue primero despoblada y luego repoblada al final de los combates. Los que huyeron se refugiaron principalmente en Arbus, volviendo a la ciudad sólo para la siembra o la cosecha, y los que escaparon de los bárbaros solían llevar consigo la estatua y el simulacro de su protector San Antonio de Padua por miedo a que fuera profanado por los invasores, de hecho se cree que por este motivo nació la “peregrinación” que parte de la iglesia de San Sebastiano en Arbus hasta la iglesia de Sant’Antonio en Santadi el primer sábado después del 13 de junio de cada año.

La leyenda sobre el origen de la fiesta en Arbus cuenta que antaño, donde hoy se encuentra la iglesia de Santadi, había una casa que se arruinó tras la muerte de su propietario, y que cuando se encontró la estatua de San Antonio en las rocas de las playas cercanas, los habitantes decidieron construir una capilla y venerar al santo cuya estatua se había encontrado en la costa.

Numerosos creyentes siguen este rito a pie y en las tradicionales carrozas – sas traccas, decoradas festivamente como hace cientos de años. El sábado del inicio de la procesión, la carreta de bueyes llega a la iglesia de S. Sebastiano para recibir el simulacro de San Antonio. La solemne procesión va acompañada de grupos folclóricos, jinetes, intérpretes de launeddas, la banda de música, el párroco, otras figuras religiosas, carros de bueyes y carros motorizados festivamente enjaezados. Saliendo de la ciudad de Arbus, la procesión atraviesa el cercano centro de Guspini y continúa hacia la aldea de Sant’Antonio di Santadi, donde llega alrededor de las 23 horas. Las celebraciones continúan el domingo y el lunes en el pequeño pueblo de Sant’Antonio di Santadi, a 3 km de la playa de Pistis. El martes, con las primeras luces del alba, el Santo se sube de nuevo al autocar para volver a Arbus. El festival está organizado no sólo con el apoyo de la administración municipal, sino también por la Pro Loco di Arbus y el Comitato ‘Passu Passu cun tui Antoni Santu’. La fiesta en honor al santo termina con los tradicionales fuegos artificiales, con el deseo de renovarla: “Atrus annus”.